El masivo arresto de cientos de individuos durante las ceremonias fúnebres de Alexei Navalni en Rusia ha suscitado inquietud y críticas por parte de organizaciones internacionales de derechos humanos. Navalni, un prominente crítico del gobierno de Vladimir Putin, falleció mientras cumplía una sentencia de prisión en circunstancias que aún generan controversia.
Los informes de represión y detenciones en masa durante los funerales han provocado llamados a las autoridades rusas para que respeten los derechos fundamentales de libertad de expresión y reunión pacífica. La comunidad internacional ha instado a Rusia a liberar a los detenidos y a respetar los principios democráticos.
A pesar de que el funeral se llevó a cabo en Moscú, la mayoría de arrestos tuvieron lugar en las ciudades siberianas de Novosibirsk y Omsk, donde al menos 35 personas fueron llevadas a comisaría, según informa la organización OVD-Info, que vela por los derechos de los detenidos.
En la capital rusa, 14 personas fueron detenidas, mientras que en Yekaterimburgo, considerada la ciudad más liberal del país, una decena de personas fueron apresadas. A lo largo de los funerales en Moscú, tanto en torno a la iglesia de Máriino donde se realizó el velorio como en el cementerio de Borísovo donde se llevó a cabo el entierro del líder opositor, las actividades se desarrollaron sin mayores incidentes.
Los asistentes entonaron consignas y mostraron carteles en contra de la guerra y del Kremlin, aunque los gritos de “¡Putin, asesino!” fueron menos frecuentes esta vez. Los seguidores de Navalni denunciaron la presencia de provocadores que instaban a dirigirse al Kremlin, pero fueron prontamente identificados y desatendidos por la multitud.