La crisis comunicacional del gobierno de Boric con la prensa

2 años hace
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La relación entre el Presidente de la República, Gabriel Boric, con los medios de prensa no ha logrado el esperado repunte. Es cierto que muy pocos gobernantes se sienten cómodos con la prensa, en especial si esta cumple un rol crítico y/o fiscalizador del desempeño de las autoridades del Poder Ejecutivo.

En la actualidad, cuando las democracias enfrentan problemas como las noticias falsas y la regresión autoritaria, validada por populismos desinformantes, el rol de los medios de comunicación toma preponderancia. Así lo han hecho notar poderosos liderazgos, como la ex canciller alemana Ángela Merkel, quien sostuvo que “Los periodistas deben poder confrontar a un gobierno y a todos los actores políticos con una perspectiva crítica”. Por su parte, el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca 2023 fue categórico en la materia: “Una prensa libre es un pilar, quizás el pilar, de una sociedad libre. No el enemigo”.

Pero en el Chile de los últimos años, la prensa que confronte al gobierno, desde una óptica interpeladora, se tiene que someter al recelo de las autoridades. Y así sea la prensa extranjera, es bien sabido que todos los gobiernos tienen también su prensa favorita, ya sea por afinidades editoriales o, derechamente, por falta de imparcialidad a su favor.

Desde reuniones con representantes de medios, hasta telefonazos, la administración de Sebastián Piñera logró direccionar las coberturas conforme a su propósito. No obstante, a fin de no obstruir el ejercicio periodístico nombró como jefa de Prensa Presidencia a la experimentada Carla Munizaga, profesional que mejoró la crisis comunicacional, con una fórmula centrada en el diálogo y la apertura a recoger las necesidades de la prensa acreditada y corresponsales.

El cambio de Piñera a Boric

En pasado 11 de marzo de 2022, asumió como Presidente de la República, el magallánico Gabriel Boric Font, quien en su programa de gobierno destacó que “para una democracia plena es fundamental que los medios de comunicación estén protegidos de todo intervencionismo y/o presiones indebidas del gobierno en ejercicio, garantizando la libertad de expresión”.

En esa línea, durante su primera cuenta pública desde Valparaíso, el joven y prometedor mandatario anunció la creación de un mecanismo legal para resguardar la libertad de prensa y a sus trabajadores, como parte de su programa para «robustecer los derechos asociados a la comunicación e información, además de vigorizar el ejercicio periodístico en un escenario medial diverso».

No obstante, más allá de si la prensa es más afable o cuestionadora con La Moneda, la relación de Boric con los medios de comunicación se ha deteriorado. Pero más preocupante resulta que durante este gobierno se han multiplicado las vulneraciones al ejercicio de la liberta de la prensa.

 

A qué medios dar las entrevistas, a los tradicionales, a los más outsider, a través de redes sociales o streaming.

La prensa, desde luego, no es un actor que encaje en este libreto. Por ello, todo indica que el gobierno ha optado bajo el mando de Tatiana Klima, su principal asesora comunicacional de la Presidencia, por aplicar una estrategia de prensa calcada a la que utilizó la Concertación o ex Nueva Mayoría: entrevistas solo a determinados medios, reproduciendo la concentración y el monopolio mediático, en detrimento de la prensa local, comunitaria o emergente. Para estos últimos, se envía material encapsulado, con formatos visuales sin audio real sino musicalizado, aduciendo razones editoriales de la presidencia; así le informaron a los corresponsales extranjeros hace unos días, por un canal oficial de comunicación. Klima, incluso fue calificada por el medio El Mostrador como “una funcionaria de la vieja guardia que ha comenzado a acumular un poder sin contrapeso en La Moneda”.

¿ Cómo mantener en alto la imagen de un Presidente cuando las crisis son todos los días?

Hoy, la propuesta del gobierno consiste en menospreciar el periodismo, en favor de una presencia más fuerte en redes sociales que presenta la información únicamente desde la mirada del Ejecutivo, quedando roles inamovibles para el “emisor” (Gobierno) y el “receptor” (Prensa) en el flujo comunicativo.

Una relación que va de mal en peor

En estas últimas 3 semanas, las relaciones protocolares del presidente Boric con los medios de comunicación acreditados y no acreditados, y que cubren sus actividades diarias en la casa de Gobierno o en giras presidenciales, están en la vereda de receptores pasivos de las acciones del Jefe de Estado.

Ya han pasado 16 días, desde que el mandatario no quiere reponder preguntas relacionadas con el acontecer nacional, reduciendo la libertad para que que cada medio enfoque su trabajo periodístico, de acuerdo a estilos, necesidades y línea editorial.

A más de un año, las relaciones de los medios y el Poder Ejecutivo no son de las mejores: son escasos los acercamientos entre las partes que nazcan de la voluntad de la Presidencia, lo que ha obligado a periodistas y reporteros gráficos a superar barreras para conseguir material, el cual es esperado por la ciudadanía.

El mandatario se escuda bajo el argumento de que sus pautas son de carácter privado y que, por esta razón, no es obligatorio comunicar a los medios, los cuales podrán enterarse de la agenda y actividades de su excelencia, cuando el material se les envía por los canales de difusión. Por ejemplo, el martes 25 de abril, Boric se reunió con entidades de la Organización Panamericana de la Salud y la Corte Interamericana de Derechos Humanos ( Presidente de la República Gabriel Boric Font se reúne con el presidente de la Organización Panamericana de la Salud, Dr. Jarbas Barbosa) y ( Presidente de la República Gabriel Boric Font se reúne con representantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos). Empero, desde Presidencia se indicó a los medios nacionales e Internacionales que ambas citas fueron pautas privadas.  

Esta crisis ha sucumbido a nivel de promesas de campaña, distanciando el actual escenario para la prensa de aquello que prometía en el pasado Gabriel Boric, quien incluso llegó a aseverar que: “Mi compromiso será cuidar la democracia todos los días»

Actualmente, la ley que regula a los medios de comunicación y la prensa en general dentro del país corresponde a la Ley sobre Libertades de Opinión e Información y Ejercicio del Periodismo (Ley 19.733), publicada en 2001 y modificada por última vez en 2013.

En esta ley, entre otras características, se consagra la libertad de expresión -ya establecida como un derecho fundamental en la Constitución-, así como la de emitir opinión y la de informar sin censura previa.

Si se mantiene la actual estrategia, con un gobierno que tiene escaso conocimiento sobre el funcionamiento de la prensa, y cuyo objetivo ha sido reemplazar al periodismo por el uso de redes sociales e información encapsulada, el panorama se vislumbra pesimista. Más aún, cuando la actual administración ha desconocido lo que otros Presidentes sí reconocen como esencial: más allá del valor de las redes sociales, los medios de comunicación son irremplazables, pues entregan un mensaje que llega a todos los hogares, sin importar nivel socioeconómico, cognitivo o de usabilidad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

 

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Qué dice el Colegio de Periodistas 

Desde el Colegio de Periodistas, manifestaron no tener conocimiento de los hechos publicados en esta editorial, aunque comprometieron consultar a La Moneda sobre el protocolo interno que se utiliza con la prensa. A su vez, indicaron que pedirán los antecedentes de cómo se están dando las conferencias de prensa de las autoridades de gobierno.

Qué comentan ex asesores y asesoras de Prensa 

Al consultar a anteriores asesores y jefes de prensa de expresidentes que habitaron la casa de Gobierno, manifestaron sorpresa por esta forma de relacionarse con los medios, ya que para un gobernante su visibilización son precisamente los medios de comunicación, sea positivamente o negativamente. Pero que debe haber conversación constante y fluida con los representantes de la prensa. Por ejemplo:por temas específicos se hace un sondeo de lo que se quiere preguntar, pero solo para estar adelantados y así evitar errores cuando se lanza o se tiene que comentar un tema de interés nacional.

Restricciones que enfrenta la prensa

  • Trasmisiones por señal oficial no enviadas íntegramente y solo insertos sin audios (Sin Preguntas al Presidente o Ministros)
  • Preguntas previamente acordadas (Para Presidente y Ministros de Estado)
  • Canales de Comunicación unidireccionales: Ministerios que no envían información de las actividades de su respectiva Secretaría de Estado, chats bloqueados que no permiten contrapreguntar, y un SECOM que comparte información con horas de desfase, la que -en su mayoría- corresponde a extractos, lo que no constituye material valioso para colaborar en la actividad periodística.
  • Pautas no informadas que dicen ser privadas, las cuales se comunican una vez que ha concluido un determinado evento.
  • Vocerías nulas solo una vez a la semana.

La Libertad de informar y preguntar

La Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 18) señala que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión y el art. 19 dispone que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 19) y la Convención Americana de Derechos Humanos (art. 13) consagran “la libertad de opinión y la libertad de expresión”, derecho que comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras y por cualquier medio (oral, escrito, en forma impresa o artística o por cualquier otro procedimiento de su elección), sin perjuicio de los deberes, responsabilidades y restricciones que sean expresamente fijadas por ley, sin que en caso alguno puedan poner en peligro el derecho propiamente dicho.

En el mismo sentido, la CIDH ha destacado la relación estructural del derecho a la libertad de expresión con la democracia y la Corte IDH ha afirmado que una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre, no es  -por consiguiente-  plenamente soberana.

Actualización ( 02.05-2023)

Ante la Editorial publicada este fin de semana, desde La Moneda se entregaron declaraciones a La Tercera, abordando las razones del nuevo “libreto” comunicacional del Presidente Boric. El Mandatario ha optado por un diseño más controlado de apariciones públicas y ha evitado liderar temas contingentes. En el gobierno explican que esta nueva propuesta apunta a cuidar más la figura del Presidente y que sean los ministros respectivos los que comuniquen decisiones y miradas del Ejecutivo en temas complejos.

Ese fenómeno deseable si se piensa en los ministros como fusibles del Mandatario, dicen en La Moneda, ha sido esquivo en la administración del Presidente Boric, quien en crisis significativas ha concentrado el control de daños.

 

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